El verano trae consigo sol, viajes, playa, calor… y un reto muy particular para la piel. Aunque muchas personas simplifican el cuidado facial en esta época, la realidad es que la piel necesita una rutina inteligente, no complicada. Menos productos, pero los adecuados. ¿No sabes por dónde empezar? Aquí te lo explico paso a paso, con respuestas reales a las preguntas que más recibo en mi consulta.

 ¿De verdad tengo que usar protector solar todos los días?

Sí, incluso si no vas a la playa. Los rayos UV están presentes aunque esté nublado o estés en la ciudad. Son los responsables principales de manchas, envejecimiento prematuro y pérdida de firmeza. Un SPF 30 es el mínimo, pero si puedes usar 50, mejor. Y no lo olvides: ¡hay que replicarlo cada 2–3 horas!

 Tengo la piel grasa… ¿aun así debo hidratarla?

¡Definitivamente sí! El exceso de grasa no significa que tu piel esté bien hidratada. De hecho, muchas pieles grasas están deshidratadas, lo que provoca descamación, brillos incómodos y textura irregular. Usa geles o cremas ligeras a base de agua – notarás la diferencia.

 ¿Qué rutina mínima debo seguir en verano?

Con tres pasos bien elegidos, puedes mantener tu piel equilibrada durante todo el verano:

1. Protección solar diaria

2. Limpieza efectiva pero suave, que elimine restos de sudor, protector solar y suciedad

3. Hidratación ligera, adaptada a tu tipo de piel

Y si puedes, añade una limpieza profunda profesional o un tratamiento hidratante cada cierto tiempo. Tu piel lo va a agradecer.

 ¿Puedo usar ácidos o hacerme tratamientos en verano?

Sí, pero con cabeza. Puedes usar ácidos suaves (como mandélico o láctico) por la noche, siempre acompañados de buena hidratación y protección al día siguiente. Y respecto a los tratamientos, también es posible hacer peelings químicos u orgánicos, o incluso microneedling – solo asegúrate de no exponerte al sol directo durante al menos 7–10 días después, y protege bien la piel.

 Conclusión: Menos pasos, pero con más sentido

El secreto del cuidado facial en verano no está en tener mil productos, sino en usar los correctos y ser constante. No necesitas una rutina de 10 pasos: necesitas tres buenos hábitos, y entender lo que tu piel realmente necesita.

Si no sabes qué productos elegir o qué tipo de tratamiento es ideal para ti, no estás sola. Escríbeme y juntas creamos una rutina personalizada para que tu piel sobreviva – y brille – este verano.

¿Quieres dañar cero tu piel y disfrutar al máximo del sol? Entonces empieza por conocerla y cuidarla de verdad. Porque el verano puede ser el mejor amigo de tu piel… si sabes cómo tratarla.